En el Mes de Noviembre contamos con la participacion de unos de los mas destacados artistas que han pasado por el Studio2287...........Citados este pasado 12 de noviembre en el ya conocido Pasaje Rodríguez, en esta ocasión Miguel Ángel Iñiguez presento una tercia de exposiciones. Dentro del mismo pasaje Rodríguez el Local 29, Studio 2287 y Envogart nos mostraron obra de Iñiguez, las cuales iban y venían entre la serigrafía, dibujo, pintura, gráfica e incluso neográfica. Los tres espacios conformaban una misma exposición Mi nombre es muerte.
Las piezas hacen juego con la muerte misma, entendiéndola como un acto lúdico y termino de un ciclo. Me refiero a muerte no como el simple y banal hecho de fallecer físicamente, a esto lo podríamos denominar disfuncionalidad corpórea o atrofiamiento físico; la muerte en si involucra un desprendimiento cíclico, la destrucción de un estado de confort y deconstrucción de un individuo, posteriormente la conciencia se eleva a un estado más amplio; el mismo deberá cumplir un ciclo antes de su próxima muerte.
Las piezas de Iñiguez están regidas por la censura. Rostros anónimos montados en las paredes, incluso un toque de olor a morgue yacía ahí, las caras largas se veían por doquier y el momento de muerte fue completamente captado, las obras sugerían un cambio cíclico. Recuerdo que algunos días antes el mismo Iñiguez nos había hecho la invitación en persona, repartiéndonos una pequeña impresión de una pieza, de la serie Niño Muerto / Televidente un dibujo/pintura hecho a base de tinta china y acrílico sobre papel (medidas 2.10 x 1.15 metros) nos muestra la cabeza de un niño el cual hecho a base de manchas sueltas nos enseña su estado actual de evidente cambio, a la vez utilizando el recurso del chorreado nos habla de un registro ascendente del mismo ser, la expresión del infante no muestra sufrimiento –hago mención ya que se suele mal asociar a la muerte como un estado de sufrimiento en lugar de aceptarla como un cambio— en vez de eso nos muestra serenidad, el sabe que está muriendo y que necesita morir para poder volver a vivir, entendiendo la muerte como parte de la vida y viceversa, así al momento de invitarnos, sin texto alguno en la estampa nos fue regalado una impresión de muerte.
Mi nombre es muerte, una invitación al suicidio. El titulo de la misma exposición podría interpretarse hacia diversas direcciones, sin embargo encuentro una invitación al suicidio ya que no veo una apropiación única de Miguel Ángel con el título, cada obra podría ser llamada muerte ya que están en el momento. Las piezas evocan a su muerte misma como a la vez invitan a que formes paste de este cambio, un eminente suicidio colectivo, invitando a morir en un mismo lugar; el aquí y el ahora.
Creo bien que esta exposición es una crítica bastante clara a una sociedad que se rehúsa a morir, pero a la vez propone una solución, la muerte misma. Te doy mi muerte si tú me das la tuya.
Reseña tomada de Charly Gil
